Reseña del libro “Cuentos reunidos” de Adela Fernández

Entre lo onírico, lo fantástico y lo siniestro, los cuentos de Adela Fernández oscilan dando una voz a fantasmas, a seres que se metamorfosean o se duplican, a personajes rechazados, sometidos o maniáticos”. Adela Fernández, hasta su fallecimiento hace diez años, en 2013, siempre se caracterizó por narrarnos mundos mágicos que podían dar cabida tanto a la dulzura, como al terror. Lo tranquilizante, la intriga, lo esperanzador. A través de sus cuentos fue siempre capaz de hacernos bailar ante diferentes escalas y estilos, pero siempre con ritmo, bailando en par. Una la que escribe, el otro el lector, que juntos hacen esa bella acrobacia que es la literatura, en una conexión en donde dos pasan a moldear una sola cosa, que puede ser un cuento, un poema, una historia o un sentimiento.

A través de esta publicación editada por Fondo de Cultura Económica, logramos encontrarnos con toda la obra cuentística que corresponde a Adela, conformada por sus dos grandes antologías: “Duermevelas” (1986) y “Vago espinazo de la noche” (1996). Y con un maravilloso prólogo de Jazmín G. Tapia Vázquez, somos capaces de entender un poco mejor su mundo, y digo poco, porque entender a Adela es como entender un microcosmos que está hecho de casi una mitología propia y total que necesitaríamos de toda una vida para poder descifrar. “Dueña de una pluma multifacética y de una desbordante imaginación creadora”, escribe Jazmín sobre la autora. Y es que esa es su principal característica: su imaginación sin límites que arremete en personajes capaces de realizar lo imposible, historias surrealistas con irrupciones que desembocan en finales inesperados, que podrían ser sacados de mundos cuánticos en donde se unen coincidencias y vacíos.

Su obra es una duermevela que nos lleva por caminos inesperados. Somos exploradores de la intriga, los sueños, el dolor ajeno y las cosas que cambian de forma con el tiempo. Su obra, a veces es cíclope, a veces medusa. Cambia de color como los camaleones, se camuflajan los personajes, es toda una metamorfosis. Leer a Adela pareciera estarse leyendo los cuadros de Remedios Varo o de Leonora Carrington. Nos adentramos en laberintos en donde a veces, hay salidas a una quebrada, y otras no hay salida. Estos son los cuentos reunidos de Adela Fernández, literatura mexicana que vale la pena leerse.

Víctor Daniel López
< VDL >

Lealtad al fantasma, Enrique Serna

Una de las mejores colecciones que he leído. Enrique Serna fue considerado como uno de los más grandes cuentistas actuales de Latinoamérica por García Márquez, y de eso cabe ni la más pequeña duda. Sabe envolver, hacernos adentrar en sus historias y personajes, meternos en la piel de sus cuentos y sangrar con ellos, o reír, llorar, y conmovernos. Es un experto en la naturaleza humana, las bajas pasiones que nos llevan a cometer actos que traicionan nuestro ser. Las traiciones: es el eje central en el cual giran en torno los siete cuentos expuestos en este volumen. Parejas que viven la infidelidad, o a punto de cometerla, se cuestionan, se convencen, caen en la tentación con un sentir de prematuro arrepentimiento. Serna explora los oscuros deseos del hombre, y la inevitable rendición ante la pasión. Lo que cautiva, hechiza, nos hace arrojarnos al vacío y estrellarnos contra un espejo que refleja nuestras sombras. Lo erótico y la ética se ven reflejados en cada escena, en cada pensamiento y cada encrucijada moral que enloquece a los personajes. Su estilo narrativo es magistral, y sólo demuestra que Serna es grande, pues es capaz de crear fantasmas que a todos nos concierne. Nos persiguen. Nos atrapan. Nos volvemos todos invisibles.

Víctor Daniel López
< VDL >